martes, 23 de agosto de 2011


CAPITULO 11.
Ya hace dos meses desde que conozco a Sandra, y lo que siento por ella es algo que no lo había sentido nunca por ninguna de mis otras novias, y mucho menos en tan poco tiempo. En estos dos meses me ha dado tiempo de conocerla de verdad, y de pasar mucho tiempo con ella, disfrutar de su sonrisa, de ella. Pronto me decidiré a pedirle salir, pero todavía es algo pronto, mejor espero para estar seguro de lo que siente por mi. Dentro de un rato la llamaré. Mientras, me siento en el sofá, a ver la tele un rato. Empieza a sonar el móvil, voy a mi cuarto a por él, es Sandra, debe de ser importante, porque tengo otras cuatro llamadas perdidas de ella y no me había dado cuenta.
-Dime Sandra.
-Hola Justin. – Le noto la voz un poco rara.
-¿Qué te pasa?
-Lo de siempre, mis padres otra vez. Necesito hablar con alguien, distraerme, ya no puedo más.
 -No te preocupes, en diez minutos estoy en tu casa, ¿vale?
-Vale.
Cuelgo el teléfono. Desde hace ya un par de semanas, Sandra me llama a menudo, porque sus padres se pelean casi todos los días, y ella lo está pasando bastante mal.
Mis padres no están en casa, les dejo una nota encima de la mesa, para que cuando vuelvan, sepan donde estoy: “He ido a dar una vuelta con la moto. Luego nos vemos.”
Bajo corriendo a coger la moto, me monto, arranco y salgo del parking. Intento llegar lo antes posible. Cuando llego, Sandra está esperándome en la puerta, con cara de angustiada.
-Vamos, sube. – Le digo.
Sandra se monta en la moto, se agarra a mi cintura, sin decir nada. En todo el camino, no hablamos ninguno de los dos, me espero a que lleguemos. La llevo a las afueras de la ciudad, al campo, para que pueda distraerse un poco.
Nos sentamos los dos en la hierba.
-Bueno, desahógate.
Empieza a contarme lo harta que está de que sus padres se peleen por todo, y lo mal que lo están pasando ella y su hermano.
-La verdad, tengo ganas de que mis padres se divorcien, para que se acabe esto de una vez.- Me dice.
Tiene que estar muy mal, para llegar a pensar eso. Yo intento que se olvide de sus problemas por un momento. Me levanto, y la cojo de la mano para levantarla. La llevo a dar un paseo por el campo, cogida de mi mano.
-Sandra, pase lo que pase, cuenta conmigo para todo lo que necesites. – Le digo.
Ella me mira sonriendo.
-Gracias. Gracias a ti, me levanto cada día, con ganas de vivirlo, pero eso sí, contigo.
La miro, es justo lo que yo quiero. Seguimos paseando, y hablando de otras cosas. De repente, se para. Me giro para ver qué le pasa, y me da un beso.
-Te quiero. – Me dice.
-Yo también.
La agarro por la cintura y seguimos andando. Al rato nos cansamos, y nos sentamos un rato. Empieza a anochecer.
 -¿Te llevo ya a casa? – Le pregunto.
-Sí, porque viendo como están las cosas, es mejor que no tarde mucho en llegar.
Nos montamos en la moto, y volvemos. La dejo en la puerta de su casa. Nos volvemos a besar.
-Luego te llamo, para ver como estás. – Le digo.
-Vale. – Me dice sonriendo.
Entra en casa, y yo arranco la moto, y vuelvo a mi casa. Mis padres ya habrán llegado.
Suelto la moto en el parking y subo a casa. Mi padre está en el sofá con mi madre.
-¿Ya estáis aquí? – Les pregunto.
-Sí. – Contesta mi madre.
-¿Habéis leído la nota? – Les pregunto mientras entro en la cocina, para coger algo de beber.
-Sí, pero podrías haber llamado. – Me dice mi madre.
-Ya, no me he acordado.
-Marc te llamó hace un rato. – Me dice mi padre.
-Ah, vale, ahora lo llamo.
Entro en mi cuarto a coger el móvil, que con las prisas antes, no lo cogí. Me tumbo en la cama y llamo a Marc.
-Dime.
-Hola Marc. ¿Qué querías?
-Era para ver si te querías venir a jugar a fútbol.
No tengo muchas ganas, pero como negarme a jugar a fútbol con mi mejor amigo.
-Venga, vale. En un rato estoy en tu casa.
-Vale, hasta ahora.
Cuelgo. Me pongo un chándal y las zapatillas para poder jugar. No tengo ganas de ir en la moto, mejor me voy andando. Voy al salón.
-Mamá, voy a salir a jugar a fútbol con Marc.
-¿Otra vez? Bueno, vale. Pero no llegues muy tarde.
Si es con Marc, mi madre siempre me deja salir. Creo que confía más en el que en mí. Le doy un beso a mi madre, y me voy. Cuando voy saliendo por la puerta de mi casa, me acuerdo del móvil. Entro corriendo y lo cojo, puede que Sandra necesitara llamarme otra vez. Salgo de casa otra vez, bajo por el ascensor, y me voy a casa de Marc. No tengo que andar mucho, porque vive bastante cerca de mi casa. Llego a casa de Marc, me abre su madre, que me dice que entre y lo espere, que tiene que estar al bajar.
Veo como Marc baja ya las escaleras, parece que va hablando con alguien. Va hablando por el móvil.
-Mamá luego vengo. Adiós. – Le dice mientras salimos.
Salimos de su casa.
-Hola. – Me dice ya en la calle.
-Hola. – Le contesto, ya no le digo nada más, porque todavía sigue hablando por el móvil.
No presto mucha atención a lo que dice, pero seguro que está hablando con Marina. Al poco rato, cuelga.
-Ya. – Se ríe.
-Seguro que adivino con quién estabas hablando.
-No es muy difícil saberlo. – Me dice riendo.
Llegamos al campo de fútbol, donde están algunos de nuestros amigos. Después de hacer los equipos, nos ponemos a jugar. Ya es de noche cuando empezamos a jugar. Escucho el móvil, que lo llevo en el bolsillo, me aparto un poco para mirarlo. Es un sms, puede que sea Sandra. “¿Dónde estás?” me dice Sandra en el mensaje. “Estoy con Marc en el campo de fútbol” le contesto.
Me guardo el móvil en el bolsillo, y me vuelvo a meter en el juego. Al rato, miro a las gradas, allí están Marina y Sandra, con Lucia y María. Es raro que Marc no me haya dicho nada, seguro que no se habrá dado cuenta. Me acerco a él.
-Mira quién hay en las gradas. – Le digo.
 Los dos miramos y las saludamos. Ellas nos saludan también.
-Voy a decirles que se esperen cuando acabe el partido. – Me dice Marc.
Veo como va al banquillo, donde tiene su mochila, y saca el móvil. Vuelve.
 -Ya se lo he dicho.
Miramos a las gradas, Marina está mirando el móvil, y Sandra se acerca a mirarlo también. Las dos nos miran, y asienten.
Terminamos el partido, cogemos nuestras cosas, y nos vamos a la entrada, donde están esperándonos.
Marc le da un beso a Marina, yo me quedo mirando a Sandra, con ganas de darle otro también, pero finalmente no se lo doy. Marc le pregunta a Lucía por si primo Eric. Salimos del campo de fútbol, y empezamos a andar.
-¿Cómo estás?- Le pregunto a Sandra.
-Mejor. – Me dice sonriendo.
Marc y yo no nos quedamos con ellas, estamos muy cansados. Todas nos acompañan a nuestras casas. Primero me dejan a mí en mi casa.
-Bueno, hasta mañana. – Les digo a todos.
Todos me contestan.
-Sandra, mañana te llamo.
-Vale. – Me contesta.
Ellos siguen andando, a la casa de Marc. Yo subo a mi casa. Mis padres van a cenar. Suelto las cosas en mi cuarto, y me siento con ellos a comer.

2 comentarios:

  1. molaa(: para cuando el 12 ¿? jajajaj
    un beeso(L)

    ResponderEliminar
  2. ¡Muchas gracias! ;)
    Mañana intentaré subir el 12 y el 13.
    ¡Un besazo! (L)

    ResponderEliminar