martes, 2 de agosto de 2011

CAPITULO 3.
Esta noche. Ya solamente quedan 6 horas para la fiesta, en la que por suerte, conoceré a ese chico. En un par de horas vienen mis amigas a casa para empezar a prepararnos. Lucía, se encargará de peinarnos y Maria se encargará del maquillaje, ya que a Marina y a mí se nos da fatal. Lucia es la primera en llegar, le digo que suba arriba y suelte todas las cosas que trae de su casa; después llega Maria, a la que también le digo que suba; y por último, y apara no variar, llega Marina. Subo con ella las escaleras para ir a mi cuarto, donde están las chicas. Empezamos a peinarnos, encendemos mi ordenador para poner música y, mientras que Lucia peina a Marina, Maria y yo nos conectamos a Tuenti. Se me ocurre buscar a Justin por allí, y sí, lo encuentro. Pero no sé si agregarlo, podría parecer un poco desesperada, en su principal sale con una chica, puede que sea su novia. Mejor me esperaré a esta noche y aclaro todas mis dudas.
Por fin son las diez de la noche, ya solo queda una hora. No sé por qué estoy tan nerviosa, es una fiesta normal y corriente.
-Sandra, ya solo queda una hora para ver a Justin.
-Lo sé.- Río.
-¿Quién es Justin?-Me pregunta Lucia.
-No es nadie.-Le contesto.
-Cambiando de tema, ¿Marina, como te va con Marc?- Preguntó Maria, al ver que no les iba a dar mucha información sobre quién es Justin.
-Bueno, bastante bien. Esta noche nos veremos por la fiesta.
Ya se empieza a notar esa sonrisa de enamorada, que tiene estos días. Joder, a mi también me gustaría encontrar al chico de mis sueños y poder estar con él. Pero bueno, cuando menos te lo esperas, ese chico aparece.
Mis amigas acaban de irse a sus casas para vestirse. Me quedo sola en casa, porque mis padres y mi hermano acaban de salir. Me pongo mi vestido rosa que me compré hace un par de días, cojo mis zapatos blancos de tacón y voy al baño para ponerme una flor blanca en mi pelo rubio, recién alisado.
Creo que un pinta uñas que tiene mi madre, me podría ir bien con el vestido y un poco de brillo rosa en los labios. Vuelvo de nuevo a mi habitación para coger la colonia queme regalo mi abuela, esa colonia que me encanta, “Sweet and Sexy”. Suena el timbre, esta vez es Mayte, por una vez no va a ser la última en llegar.
-Qué raro, tú la primera.
-Sí, soy la primera y la última.
-¿Por qué?
-Porque Lucia y Maria se van en el coche de Eric, yo creo que Lucia y él se traen algo, pero no sé.-Se ríe.
-Entonces, ¿tú y yo nos vamos solas?
-Solo si quieres.
-¿Por qué?
-Puedo llamar a Marc para que venga a recogernos en su moto, pero lo malo es que en una moto solo podemos ir dos, tendría que venir Justin también, y tú tendrías que irte en su moto.
Empiezo a reír. Sería fantástico ir en su moto, pero no lo conozco de nada. Me daría muchísima vergüenza.
-¿Llamo a Marc?
-Llámalo si quieres.-Intento que no se me escape una sonrisa, pero es imposible evitarlo.
-Esa sonrisa… Voy a llamarlo ya, se te nota en la cara que lo estás deseando.
Lleva razón, no entiendo por qué, pero lo estoy deseando. Marina coge su móvil, ese iPhone que tengo le ha costado conseguir, marca un número, supongo que el número de Marc. Sí, definitivamente tiene que ser él con el que está hablando. Se sale de la habitación, seguramente para decirse lo mucho que se quieren, sin que yo los escuche. La veo volver.
-¿Estas ya lista?
-Sí, ¿por qué te sales de la habitación?- Empiezo a reír.
-Sandra, sabes de sobra la vergüenza que me da.
Es verdad, lo sé. Creo que nunca la he escuchado decirle te quiero a ninguno de sus novios.
-Bueno, Marc y Justin tienen que estar al venir. ¿Bajamos?
-Sí.
Bajamos las escaleras y esperamos de pie, para que no se nos arruguen nuestros vestidos. No tuvimos que esperar mucho, a los cinco minutos, ya estaban en la puerta, pitándonos.
-Vamos, son ellos.
Salimos las dos. Cojo a Marina del brazo, estoy súper nerviosa.
-¿Has visto qué guapo viene hoy Justin?- Me dice Marina, riéndose.
No puedo contestarle. No sé qué decir. No recordaba a Justin tan guapo. Llegamos a donde están ellos. Marina se acerca a Marc, le saluda, y se monta en su moto. Justin me mira.
-¿Te ayudo a montarte?
-Creo que puedo sola, gracias. – Sonrío.
-¡Venga parejita! ¡Que vamos a llegar tarde!- Se escuchó la voz de Marc, que ya estaba arrancando su moto.
-Agárrate a mí.- Me dice Justin.
-Vale.
Le agarro por la cintura. Esto parece imposible, hace cuatro días no lo conocía, no sabia como se llamaba, y hoy, aquí estoy, en su moto, agarrada a él. Y todo gracias a mis amigos, porque, aunque lo hayan hecho sin darse cuenta, ahora mismo soy la chica más feliz del mundo.
Nos acercamos a la fiesta. Ya se ve gente en la puerta y muchos coches y motos. Marc y Marina que han ido delante todo el camino, ya se están bajando de la moto. Marc ayuda a Marina a bajarse, se cogen de la mano, y esperan a que lleguemos nosotros. Justin aparca su moto justo al lado de la de Marc. Me fijo en ese Seat, creo que es el de Eric.
Justin se baja de su moto, me da la mano para ayudarme a bajar, le cojo la mano y bajo. Me coge de la cintura.
-¿Has ido bien por ahí atrás? ¿O te has mareado?
-No, tranquilo, estoy muy bien.
Demasiado bien, es imposible estar mal a su lado. Me suelta la cintura “¿Por qué lo haces?” me pregunté a mí misma.



No hay comentarios:

Publicar un comentario