lunes, 8 de agosto de 2011

CAPITULO 7
Parece que la excusa de ir a mi piscina, funciona. No sabía qué hacer para poder estar con ella. Tengo que preparar algo especial para esta noche, pero ¿qué? Bueno, luego se me ocurrirá algo, ahora tengo que preparar todas las cosas para esta noche: llamar a la gente, decirle a mi madre que prepare algo para que comamos todos…
Ya son casi las nueve de la noche, en un rato llamaré a Marc para ir a por las chicas. Mientras, para hacer tiempo, cojo un rato el ordenador.
Las diez menos cuarto, llamo a Marc para que se pase a por Marina, yo mientras voy a por Sandra. Mis padres van a ir a nuestro charlé a dejarnos preparadas las camas y la comida.
Salgo de casa, cojo el ascensor, bajo al garaje y cojo mi moto. Llego a casa de Sandra, no hace falta que me baje de la moto, porque ella ya está esperándome en la puerta.
-Hola. – Dice sonriendo.
-Hola. – Sonrío. - ¿Llevas mucho rato esperándome?
 -No, acabo de salir.
Se monta en mi moto. Esta vez no hace falta que le diga que se agarre a mí. Todavía queda media hora para la hora en la que habíamos quedado, así que voy despacio.
Cuando llegamos al charlé, Marc y Marina ya estaban esperando en la puerta. Marc suele ir rápido con su moto, aunque por suerte, no es el típico chulito, es un buen chico. Sandra y yo nos bajamos de la moto, le ayudo con esa bolsa, que parece que es algo pesada. Entramos dentro, mientras llegan los demás, nos ponemos nuestros bañadores. Suena el timbre, van las chicas a abrir, supongo que serán sus amigas.
Marc y yo salimos fuera, allí están todos los que faltaban: Eric, Lucia, Maria, Jesús y Miguel. Estos dos últimos, son amigos de Marc y míos desde que somos pequeños.
-¡Hola! Pasad dentro y soltad todas las cosas.
Todos entran dentro y sueltan sus cosas. Mientras, veo a Sandray Marina que se acercan a la piscina. Marc va con ellas. Yo mientras entro dentro para encender los focos de la piscina.
-Chicos, id si queréis ya a la piscina.
Todos van a la piscina, yo mientras, los observo desde la puerta. Ellos empiezan a presentarse unos a otros. Sandra, mientras tanto, mira hacia donde estoy yo.
-Justin, ¿no vienes? – La escucho decir a lo lejos.
-Sí, ya voy, id metiéndoos mientras.
Todos empiezan a quitarse la ropa y a meterse dentro de la piscina. Todos, menos Sandra, ella me está esperando. Llego y los dos nos quitamos la ropa.
-¿Vamos dentro? – Me pregunta.
-Sí. – Sonrío.
Yo me tiro a la piscina de cabeza, ella entra por las escaleras.
Al rato, todos menos Lucia y Eric, nos salimos de la piscina para jugar a voleibol, ellos se quedan tumbados en el césped. Después, cuando todos nos hemos cansado de jugar, algunos deciden irse al agua y otros, sentarse a hablar.
Lucia y Eric, siguen en el césped, tumbados, hablando, están bastante cariñosos. Miguel y Jesús están hablando con Maria, parece que a alguno de los dos le ha gustado. Sandra y Marina están sentadas en el borde de la piscina, mientras Marc y yo las miramos tumbados en unas hamacas.
-Es perfecto. – Me dice Marc.
 -¿Qué es perfecto? – Le pregunto.
-Ellas son perfectas. – Me dice mientras las mira. – Oye, Jus, ¿por qué no llevas a Sandra a dar un paseo? – Me dice después de estar un rato callado.
-¿Crees que querrá venir?
-Claro que sí. – Sonríe.
Me acerco hacia donde está Sandra.
-Sandra, ¿quieres venir a dar una vuelta?
-Claro. – Me responde.
Le cojo la mano, para ayudarla a levantarse. Empezamos a caminar, por el camino que hay delante del charlé. No sé qué decirle.
-¿Te lo estás pasando bien? – Le pregunto.
-Sí. – Me responde un poco tímida. –Marc y Marina hacen buena pareja. – Sonríe.
-Sí. – Sonrío.
Empezamos a habar de nuestras vidas.
-Sandra, tu... ¿tienes novio?
-No. – Me dice sonriendo. – ¿Y tú?
-No, yo tampoco.
Ella sonríe. Bueno, entonces parece que tengo alguna posibilidad.
Seguimos hablando hasta que decidimos darnos la vuelta para volver con el resto. Ya al menos sé algo más de ella. Llegamos a donde están los demás. Lucia y Eric, siguen igual que cuando nos fuimos. Ahora Miguel está dentro del agua, solo, y Jesús está con Mariahablando en el borde de la piscina. Marina y Marc, están tumbados en las hamacas, bastante cariñosos.
-Míralos. – Me dice Sandra, refiriéndose a nuestros amigos.
-Hacen buenas parejas todos.
Todos nos acercamos a la mesa, donde ya está mi padre con la barbacoa hecha. Como he llegado el ultimo, me he tenido que sentar muy lejos de Sandra, me tendré que conformar con mirarla desde lejos.
Terminamos de comer y nos metemos todos en la piscina. Hasta las dos de la noche estuvimos todos dentro de la piscina. Estamos ya cansados, así que nos fuimos a dormir. Yo me acuesto con Marc, en la cama de al lado de Sandra, que está durmiendo con Marina. Lucia y Eric, duermen juntos y Maria, supongo que al lado de Lucia, pero en una cama diferente.
Nos quedamos dormidos. Yo me despierto, y me pongo a observar a Sandraa en la oscuridad, creo que falta alguien, pero no sé quién. Sandra abre los ojos y yo, rápidamente los cierro.
-Justin, sé que estás despierto. – Me susurra Sandra.
Abro los ojos y sonrío.
-Por cierto, ¿sabes a dónde han ido Mrina y Marc? – Me pregunta.
-No, no tengo ni idea.
Ellos son los que faltaban.
-¿Tú tienes sueño? – Le pregunto.
-No… ¿y tú?
-Yo tampoco. Podríamos ir a dar un paseo, a ver si nos entraba sueño.
-Sí, buena idea. – Sonríe.
Vemos que Jesús empieza a moverse, parece que se va a despertar.
-Vamos, antes de que se despierte alguien.
Nos levantamos rápido y empezamos a bajar las escaleras, con los zapatos en las manos, para no hacer ruido.
-¿Vamos a la piscina? – Le pregunto.
-Sí, vale.
Al salir fuera, encontramos a Marina y Marc, sentados en un sillón, Marc estaba tumbado, con la cabeza en las piernas de Marina.
Sandra y yo, al verlos, nos miramos y sonreímos.
Nosotros seguimos andando, no les dijimos nada, para no interrumpirlos. Ellos se quedaron mirando como nos alejábamos juntos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario